Aquí donde
descansa mi alma no hay Cielo ni Infierno.
En esta oscuridad
que me atrapa no hay ni bien ni mal.
Aquí donde reposa
mi cuerpo inerte es el lugar al que los vivos temen.
En esta habitación
estrecha de cuatro paredes espero por siempre…
(…A que vengas a
visitarme… ¡para hablarte!... Pero no me escuchas.
No hay luces, no
hay fe, no hay nada salvo penumbra y espera inevitables.
Y tan solo deseo que
vengas a verme; aguardo a que me traigas flores….
Para no ser
olvidado… para no afligirme solo en esta tenebrosidad deletérea que todo lo
inunda.)Sawyer.
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